Finanzas en época de incertidumbre
Por David Felipe Delgado Castañeda (*)
Actualmente nuestra vida está llena de necesidades inventadas, tecnologías y servicios que buscan crear dependencia; redes sociales adictivas proclives a la apariencia y a experiencias insatisfechas que exigen un determinado comportamiento de consumo desmedido para estar actualizados y a la vanguardia de la sociedad.
La actual situación de crisis generada por la denominada pandemia mundial, nos hace reflexionar sobre nuestras prioridades en la vida, ya que la mayoría de los aspectos de la sociedad moderna son banalidades que no agregan valor a temas que estamos retomando por obligación como lo son: la familia, la unión y los valores de solidaridad que como raza humana debemos afianzar para enfrentar el desafío de supervivencia.
Los invito a que contesten las siguientes preguntas.
¿Tienes alguna adicción a algún aparato electrónico o servicio web que genera consumos desmedidos?
¿Qué gastos innecesarios has visto durante esta cuarentena que puedes suprimir?
¿Qué actividades lúdicas puedes reemplazar por unas que incluyan compartir con tu familia en casa?
Con la reflexión anterior, se busca concientizarlos que los patrones de consumo se derivan básicamente de nuestros gustos y necesidades básicas por cubrir. Pero en la medida en que mis gustos sobrepasen el límite, el nivel de gastos y requerimiento de préstamos aumentan, las tarjetas de crédito no alcanzan y teniendo en cuenta que el ingreso mensual es el mismo y en ocasiones incierto ¿Te vas a dejar manejar por el impulso de la compra? ¿Cuándo vas a empezar a ahorrar?
La toma de decisiones es cada vez más relevante ya que son pequeñas acciones que determinan nuestro éxito o fracaso financiero.
El sistema financiero tiene un abanico de oferta de servicios que facilitan el consumo de bienes y servicios, pero que a su vez esclavizan al usuario a pagar altos intereses, gastos de mantenimiento y seguros que incrementan el valor de las cosas que pretende adquirir.
De esta manera, siempre me debo cuestionar antes de adquirir un bien o servicio. ¿en realidad lo necesito? ¿Cubre una necesidad básica?
Siempre hay que revisar el monto de la transacción de la compra, los intereses que voy a terminar pagando, el plazo de cuotas y por último enumerar cuántas obligaciones adicionales ya se tienen adquiridas para medir realmente la capacidad de pago.
Por último, es importante saber que las entidades bancarias están dando plazo de 3 meses de gracia para los créditos de consumo y 6 meses de plazo para los créditos de vivienda.
Es hora de darnos cuenta que debemos quedarnos en casa más seguido, valorar los seres queridos que tenemos vivos, ahorrar para épocas de crisis y tener la certeza de que las cosas que adquirimos no nos traen felicidad sino muchas veces estrés e insatisfacción.
(*)Administrador de Empresas – Master en Finanzas Corporativas – Docente de la Facultad de Ciencias Económicas, Administrativas y Contables en la Universidad del Sinú – Elías Bechara Zainúm en Montería